Existen plagas típicas del otoño evitables si actuamos a tiempo con criterio y prevención. En esta época, muchos animales dañinos buscan nuevos emplazamientos para instalarse. A continuación, explicamos qué especies debemos vigilar y cómo aplicar medidas preventivas antes de que nos afecten.
Principales plagas típicas del otoño: ¿cuáles son sus señales tempranas?
Estar atentos es la mejor estrategia para evitar su presencia. Si sabemos qué buscar, localizaremos los indicios apropiados para detectar su llegada antes de que constituyan un peligro.
Las infestaciones otoñales más frecuentes son:
- Roedores. Para protegerse del frío, los ratones y las ratas buscan refugio en nuestros inmuebles. Además, encuentran en ellos una fuente de alimentación constante, por lo que deciden quedarse. Para identificarlos, tenemos que buscar restos de excrementos, huellas y daños en enseres o comidas. Además, los ruidos nocturnos nos suelen alertar sobre su existencia.
- Cucarachas. Estos repulsivos insectos suelen desembarcar en otoño y convertirse en un quebradero de cabeza para quienes los sufren. También buscan comida, calor y refugio en nuestras casas. ¿Cómo localizarlos? Principalmente, buscándolos en lugares cálidos; por ejemplo, cerca de los electrodomésticos, en las cocinas y en los baños. Hemos de fijarnos en la presencia de heces, en forma de comas o puntos oscuros y granulados. La presencia de ootecas —cápsulas de huevos de color marrón y alargado— es otro indicio de alerta. Por último, si la infestación es grande notaremos un olor fuerte, dulzón y a rancio.
- Arañas. En las fechas otoñales, necesitan espacios tranquilos donde construir sus telas y reproducirse. Para detectarlas, revisaremos las esquinas, los techos, la parte trasera de los muebles y los rincones oscuros. Las pistas son telas de seda, huevos o excrementos. Especialmente, enfocaremos la inspección en espacios poco transitados, como los desvanes, los áticos, los garajes y los sótanos.
Estrategias de prevención antes de que el otoño avance
El sellado de grietas, rendijas y accesos en las paredes, las puertas y las ventanas es la mejor barrera preventiva para impedir estas visitas. Además, hemos de mantener una limpieza extrema y no dejar comida —o sus restos— a la intemperie.
Ventilar, iluminar zonas oscuras y revisar los espacios menos frecuentados son otros recursos eficaces frente a las posibles infestaciones otoñales.
En definitiva, podemos protegernos frente a las plagas típicas del otoño si nos ocupamos de hacerlo. Cuando no ha sido posible evitar su llegada, contactar con Iluro Plagas es la mejor solución. ¡El problema será resuelto por auténticos profesionales!