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Enfermedades vectoriales: ¿Qué son y cómo prevenirlas?

Enfermedades Vectoriales: ¿Qué Son Y Cómo Prevenirlas?

Las enfermedades vectoriales provocan al año en torno a 700 000 muertes en todo el mundo. Por ello, resulta imprescindible conocer en qué consisten, cómo se contraen y cuáles son las medidas más adecuadas para evitarlas.

¿Qué son las enfermedades vectoriales?

Se denominan así a todas las generadas por un virus que transmite un artrópodo. Debido al cambio climático, cada vez es más frecuente encontrar animales procedentes de zonas templadas en países occidentales, lo que aumenta el riesgo de la presencia de insectos hasta la fecha poco comunes en otros países. La consecuencia directa es contraer dolencias que primero atacan a los animales y posteriormente a los humanos como el dengue, la malaria o la encefalitis por citar algunos ejemplos.

¿Cuáles son las causas de la expansión de este tipo de enfermedades?

Los viajes transoceánicos de escasa duración sin la protección adecuada es una de las más importantes. Es frecuente también encontrar focos de enfermedad en zonas por las que transita o permanece el ganado. Sus garrapatas pueden saltar al ser humano y transmitir el virus correspondiente con facilidad. Sucede lo mismo en áreas donde hay aves en libertad al ser estas las víctimas más frecuentes de los insectos y esparcir la dolencia que padecen de forma involuntaria durante su vuelo.

La muerte de animales enfermos, como roedores o depredadores en libertad, termina por infectar la tierra que les rodea y por convertir cualquier tipo de fruto que crezca en el área de influencia en un aumento del riesgo de contraer alguna enfermedad vectorial.

Las medidas de prevención

Son múltiples las medidas de prevención que se están activando en varios países occidentales:

  • Prevenir plagas. Implica realizar un seguimiento exhaustivo de cada tipo de insecto y detectar cuándo pueden llegar a un país. Al mismo tiempo, se debe avisar a la población con paneles informativos para que se protejan correctamente llegado el momento.
  • La investigación. Debe ser permanente y llevarse a cabo en los parques nacionales y en áreas naturales en las que puedan crearse colonias de insectos. La revisión periódica de pantanos, ríos, lagos o humedales es imprescindible para ir un paso por delante de lo que pudiera suceder.
  • Los trabajos de campo. Es muy recomendable crear insectarios que permitan la cría en cautividad de los insectos con un único objetivo: descubrir el tipo de enfermedad que portan y cuáles son las opciones disponibles para evitar que puedan terminar provocando la muerte de la persona que pudiera recibir su picadura de manera accidental.

En definitiva, al igual que hay enfermedades vectoriales que pueden controlarse gracias a vacunas específicas, solo la inversión en investigación va a ayudar a conseguir un resultado favorable de cara al futuro. El mapa de expansión de este tipo de dolencias no deja de crecer, lo que implica que una política sanitaria común y la toma de medidas preventivas eficaces son opciones que forman un exitoso binomio que puede contribuir a paliar el número de muertes y a proteger mejor a la población ante tan preocupante amenaza.

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